jueves, 30 de octubre de 2008

VIVENCIAS III

Cerca de mi casa había un bar y en la puerta tenía las tipicas maquinas de juguetes metidos en bolas de plástico transparente y una de ellas era de esas pelotitas de plástico que botaban de una forma descomunal y que si se te escapaban podías estar dos minutos detrás de ellas hasta alcanzarlas...

Un dia pasé por la puerta y las ví. Le pedí a mi madre que me comprase una, pero ella dijo que no, supongo que no le hacía mucha gracia que se me escapase y tener que salir yo detrás de la pelotita y ella a su vez detrás de mi...así que intenté reunir el dinero para sacarme yo una.

Mi abuelo al salir del cole siempre me daba 5 o 10 duros para comprarme chuches y pensé que podía ir ahorrando ese dinero para comprarmela, pero al final siempre acababa gastandomelo, así que un dia tuve una maravillosa idea. Me fui a mi casa y cuando llegué abrí una caja de galletas que tenía llena de pesetas que mi abuela me daba cuando iba a visitarla. Miré las pesetas y comprobé que el diametro de las pesetas era bastante parecido al de una moneda de 20 duros pero el grosor no era el mismo...pero de pronto mi cerebro se iluminó...ya tenía la solución...si pegaba dos pesetas alcanzaría el grosor de una moneda de 100.

Al dia siguiente me eché la moneda al bolsillo y se la enseñé a mi amiga, a ella le pareció una idea genial. Cuando salimos del colegio nos fuimos al bar a sacar por fin nuetra ansiada pelotita. Me pusé en frente de la maquina y eché la "moneda", giré la palanca y se atrancó la maquina...vamos, que me salio el tiro por la culata...

Me acordé hace no demasiado tiempo de esto y me hizo gracia ver el ingenio q tenemos cuando somos niños...

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